AMLO Insiste: Es Tiempo de ‘Sanear’ los Poderes Judiciales

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su habitual conferencia matutina de este miércoles, abordó un tema que ha resonado en sus discursos recientes: la necesidad de «limpiar» de corrupción tanto los poderes judiciales estatales como el Poder Judicial Federal. El mandatario destacó la ironía de que, aunque financiados por el pueblo, estos poderes a menudo «trabajan para los verdugos del pueblo».

AMLO criticó los privilegios que disfrutan los miembros del Poder Judicial, especialmente los ministros de la Suprema Corte de Justicia, señalando que están al servicio de una minoría y no del pueblo que financia sus beneficios. Este argumento se basa en la percepción de una desconexión entre las decisiones judiciales y el beneficio público.

Para abordar esta situación, López Obrador propuso una reforma constitucional, tanto a nivel federal como local, que cambiaría el proceso de selección de las autoridades judiciales. En lugar de ser designados por funcionarios en el poder, sugiere que sean elegidos directamente por la ciudadanía a través de un voto directo, libre y secreto.

El presidente se apoyó en su experiencia como jefe de gobierno de la Ciudad de México (2000-2006), donde, según él, no propuso a ningún juez ni magistrado unilateralmente, sino que consultaba con el Tribunal Superior de Justicia para hacer propuestas basadas en la trayectoria, el profesionalismo y la honestidad de los candidatos. Esta experiencia, afirma, le otorga la autoridad moral para proponer estas reformas.

Además, criticó los sueldos y prestaciones de los ministros de la Suprema Corte, destacando el Seguro de Separación Individualizado, que les proporciona 43 mil pesos mensuales adicionales. Según un gráfico presentado por López Obrador, esta suma se acumula con el tiempo, resultando en un fondo considerable al término de sus mandatos, además de otros beneficios que mantienen al retirarse.

Estas declaraciones del presidente abren un nuevo capítulo en el debate sobre la corrupción en México, apuntando a una reforma judicial profunda que, según él, es necesaria para alinear verdaderamente el sistema judicial con los intereses y necesidades del pueblo mexicano.